Aprender a leer correctamente y a una velocidad adecuada, es una de las habilidades más importantes que se adquieren en el primer ciclo de la Educación Primaria.
Para los niños y niñas con dificultades de lectura, éste es un período crítico, porque en él perciben su dificultad en comparación con sus compañeros de clase.
Para los niños y niñas con dificultades de lectura, éste es un período crítico, porque en él perciben su dificultad en comparación con sus compañeros de clase.
Si a un niño le gustan los cuentos, le gusta leer.
Manifestar disgusto ante la tarea de leer, puede ser un indicativo de dificultades en el aprendizaje de la lectura.
En nuestras visitas a los centros educativos, hemos constatado que al final del primer ciclo de primaria se da el salto de "me cuesta leer" a "no me gusta leer".
El "no me gusta" como defensa:
Puede pasar desapercibido, pero este salto es uno de los determinantes para el futuro académico. En nuestra cultura la lectura es fundamental para la adquisición de conocimiento. Cuando un niño con dificultades de lectura se escuda en un "No me gusta" puede acabar renegando de todo lo académico.
Para evitar llegar al desencanto académico, es fundamental identificar el problema y actuar en consecuencia. Un niño que sabe que tiene dificultades de lectura es un niño que no se culpa a sí mismo.
Para evitar llegar al desencanto académico, es fundamental identificar el problema y actuar en consecuencia. Un niño que sabe que tiene dificultades de lectura es un niño que no se culpa a sí mismo.
Recuperar el gusto:
Padres y educadores nos preocupamos cuando un niño nos dice "no me gusta leer". Nos alarmamos ante lo que nos parece una actitud voluntaria de rechazo. No lo comprendemos y buscamos como locos maneras de motivarlo para que adquiera gusto por la lectura.- Ayudar a un niño a vencer la dificultad que entraña para él la lectura es la mejor forma de motivarlo para que coja un libro.
- Comprender sus dificultades y proporcionarle libros que pueda disfrutar.
- Entender y recordarle que no es que no quiera leer, es que le cuesta mucho.
“Antes no me gustaba leer, pero con la ayuda de Glifing ahora veo que lo hago mejor y lo que sé es que me gusta."
Inés, 10 años
Porque no olvidemos que si a un niño le gustan los cuentos, le gusta leer.
¡Gracias Inés por recordárnoslo!
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